La colocación es un elemento básico, fundamental y primordial que forma
parte de la técnica de danza clásica. Existe en esta danza una colocación o
postura determinada que permite al bailarín la correcta ejecución de todos los
ejercicios y movimientos.
Durante el proceso de aprendizaje el bailarín va tomando conciencia de
su cuerpo, de cómo se mueve y desde donde parte cada movimiento, de manera que
la colocación implica este conocimiento consciente de donde estan colocadas
cada una de las partes de nuestro sistema óseo y muscular a la hora de entrenar
y bailar.
Es importante destacar que aquí actúa todo el sistema óseo en conjunto
con el muscular, a partir de los cuales logramos desde la concientización llegar
a esa colocación desde donde se parte para realizar los movimientos con mayor
facilidad, estabilidad y cuidando nuestro cuerpo de lesiones.
La colocación implica diversos elementos que participan en ella para
lograr la postura correcta. Entre ellos encontramos la alineación, el
alargamiento o suspensión y la distribución del peso.
LA ALINEACIÓN:
Se refiere a una especie de simetría que debe generarse en cada una de
las zonas articulares y óseas que va desde el tope de la cabeza hasta los pies.
En este sentido podríamos imaginar líneas imaginarias verticales y horizontales
que unen en un mismo eje diferentes partes. En primer lugar imaginemos una línea
vertical que pasa desde el centro del cráneo, cruza la columna en sus
diferentes niveles: cervical, dorsal, lumbar y región sacra hasta el coxis; dos
líneas más, en sentido vertical, que unen los hombros a la cadera o crestas
iliacas respectivamente en cada lado.
Una línea horizontal que cruza los dos
hombros, otra que cruza las escapulas y otra que cruza las dos crestas iliacas.
Depende de la posición de los pies, las rodillas se alinean con las caderas,
los talones y los dedos.
Podemos imaginar este alargamiento como un crecimiento o elevación de
los huesos y músculos, generada desde los talones hasta el tope de la cabeza.
Esta elevación implica la activación de todo el sistema muscular, lo que
permite crear espacios entre las vértebras de la columna, alargar las
articulaciones de las piernas y brazos y de esta manera en conjunto enviar o
proyectar la energía hacia todos los sentidos en el espacio: Hacia la tierra,
hacia los lados y hacia el cielo.
DISTRIBUCIÓN DEL PESO:
El peso del cuerpo debe estar distribuido de manera consciente y
especifica depende de la posición que se esté realizando. En general, la distribución
correcta del peso es consecuencia de la correcta alineación y elevación.
Descripción de la colocación:
La columna debe mantenerse alargada y alineada, con la imagen de crear
espacio entre las vértebras, el abdomen activo y adentro al mismo tiempo que
las costillas deben cerrarse. Se debe empujar levemente los hombros hacia abajo
mientras las escapulas van hacia atrás como queriendo unirse, lo que permitirá el
sostén del brazo. A nivel pélvico, debe haber una pequeña rotación de la pelvis
en la que los isquiones y el coxis se direccionan hacia el suelo y hacia los
talones, generando la apertura o liberación de la articulación de la cadera en
la zona anterior, y desde allí, se rotan las piernas hacia afuera, con ayuda de
ciertos músculos como los aductores, a la vez, alargando toda la musculatura de
las piernas. El suelo pélvico debe estar activo, permitiendo la elevación de
todo el torso, mientras que los talones se clavan en el suelo, generando la
estabilidad necesaria para la ejecución de los diferentes movimientos.
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