jueves, 5 de mayo de 2016

La colocación en la danza clásica

La colocación es un elemento básico, fundamental y primordial que forma parte de la técnica de danza clásica. Existe en esta danza una colocación o postura determinada que permite al bailarín la correcta ejecución de todos los ejercicios y movimientos. 
Durante el proceso de aprendizaje el bailarín va tomando conciencia de su cuerpo, de cómo se mueve y desde donde parte cada movimiento, de manera que la colocación implica este conocimiento consciente de donde estan colocadas cada una de las partes de nuestro sistema óseo y muscular a la hora de entrenar y bailar.
Es importante destacar que aquí actúa todo el sistema óseo en conjunto con el muscular, a partir de los cuales logramos desde la concientización llegar a esa colocación desde donde se parte para realizar los movimientos con mayor facilidad, estabilidad y cuidando nuestro cuerpo de lesiones.

La colocación implica diversos elementos que participan en ella para lograr la postura correcta. Entre ellos encontramos la alineación, el alargamiento o suspensión y la distribución del peso.

LA ALINEACIÓN:

Se refiere a una especie de simetría que debe generarse en cada una de las zonas articulares y óseas que va desde el tope de la cabeza hasta los pies. En este sentido podríamos imaginar líneas imaginarias verticales y horizontales que unen en un mismo eje diferentes partes. En primer lugar imaginemos una línea vertical que pasa desde el centro del cráneo, cruza la columna en sus diferentes niveles: cervical, dorsal, lumbar y región sacra hasta el coxis; dos líneas más, en sentido vertical, que unen los hombros a la cadera o crestas iliacas respectivamente en cada lado. 

Una línea horizontal que cruza los dos hombros, otra que cruza las escapulas y otra que cruza las dos crestas iliacas. Depende de la posición de los pies, las rodillas se alinean con las caderas, los talones y los dedos.











EL ALARGAMIENTO O ELEVACIÓN:

Podemos imaginar este alargamiento como un crecimiento o elevación de los huesos y músculos, generada desde los talones hasta el tope de la cabeza. Esta elevación implica la activación de todo el sistema muscular, lo que permite crear espacios entre las vértebras de la columna, alargar las articulaciones de las piernas y brazos y de esta manera en conjunto enviar o proyectar la energía hacia todos los sentidos en el espacio: Hacia la tierra, hacia los lados y hacia el cielo.

DISTRIBUCIÓN DEL PESO:

El peso del cuerpo debe estar distribuido de manera consciente y especifica depende de la posición que se esté realizando. En general, la distribución correcta del peso es consecuencia de la correcta alineación y elevación.

Descripción de la colocación:

La columna debe mantenerse alargada y alineada, con la imagen de crear espacio entre las vértebras, el abdomen activo y adentro al mismo tiempo que las costillas deben cerrarse. Se debe empujar levemente los hombros hacia abajo mientras las escapulas van hacia atrás como queriendo unirse, lo que permitirá el sostén del brazo. A nivel pélvico, debe haber una pequeña rotación de la pelvis en la que los isquiones y el coxis se direccionan hacia el suelo y hacia los talones, generando la apertura o liberación de la articulación de la cadera en la zona anterior, y desde allí, se rotan las piernas hacia afuera, con ayuda de ciertos músculos como los aductores, a la vez, alargando toda la musculatura de las piernas. El suelo pélvico debe estar activo, permitiendo la elevación de todo el torso, mientras que los talones se clavan en el suelo, generando la estabilidad necesaria para la ejecución de los diferentes movimientos. 



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